lunes, 27 de abril de 2015

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Hacerse pequeño es todo lo que uno necesita para fluir con la corriente de la vida. Cuando la piedra se hace demasiado grande, encalla o se hunde. Fluir tiene que ver con ocupar el lugar que en cada momento te corresponde. Desde allí, todo es percibido tal y como es. Cada cosa sigue su destino, y cesa la lucha. 
Ser la hoja llevada por el río, es ser con el rio, compartiendo un destino común con todas las hojas y la piedras, ya sea que floten, encallen o se hundan. El corazón del tantrika se estrecha o se agranda con el rio. Fluye con lo que fluye, se estanca con lo que se estanca, se hunde con lo que se hunde. Es piedra con la piedra, hoja con la hoja, rio con el rio.

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