Todo el romanticismo, toda la memoria y la fantasía en torno al amor que fue o pudo haber sido, en torno a lo que sería con o sería sin, han sido sustituidos por el amor a lo cotidiano, a la vida, a la gente y a las cosas que puedo amar aquí y ahora. Y ese el único secreto del desapego y de la libertad de mi amor. Amar aquí y ahora a lo que y a quien está presente conmigo aquí y ahora. Amar sin retener siquiera el amor que vuelve a uno sin prentenderlo.
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